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Por el planeta

Una creciente cantidad de evidencia científica muestra que aumentar el consumo de vegetales y reducir el consumo de alimentos de origen animal disminuye significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero, la sobreutilización y el desgaste de tierras cultivables, la deforestación y el derroche y contaminación del agua. En este sentido, en el último informe del IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático) se describe la transición hacia dietas compuestas principalmente por alimentos vegetales como una gran oportunidad para mitigar el cambio climático.

14,5 % de los gases de efecto invernadero producidos por los seres humanos están relacionados con la ganadería.

Se prevé que las emisiones de GEI para el sector de la ganadería hayan aumentado, para el año 2050, en un 39 % en relación al año 2000, cifra que probablemente alcanzará o superará varios umbrales de sostenibilidad.

83 % de la tierra cultivable del planeta se destina a la producción de carnes, huevos y lácteos

Esta producción sólo proporciona el 18 % de las calorías consumidas a nivel mundial. 

La expansión de los cultivos forrajeros a expensas de ecosistemas naturales, como el Amazonas, en Colombia, es una de las principales causas de degradación de las tierras. Esta región representa el 70% de la pérdida forestal de Colombia.

Entre 2010 y 2015,  la tasa de deforestación en América Latina y el Caribe fue de 2,2 millones de hectáreas por año.

El crecimiento de la industria ganadera en el Amazonas de Colombia se relaciona directamente con la perdida de biodiversidad de una de las zonas más importantes del planeta.

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